Ahora me toca lo peor: enfrentarme al regreso al pueblo y ver como mi cuenta bancaria se ha quedado a cero, pq oye para una vez q vas a Italia no vas a ser tan rata de no darte todos, o casi todos, los gustos posibles. No he asimilado muy bien eso de q ya no estoy allí, si no aquí, así q para q el shock no sea tan duro voy a omitir hablar de ello, q así me parece como q aún no he vuelto (quizás por eso llevo un día entero encerrada en casa, no quiero ver mi pueblo quiero volver a Italia!!!!!!!!)
Las imágenes hablan mejor q yo, y eso q no veis las otras 500 q tengo q seleccionar ahora. Los parajes increíbles, el arte ni te cuento, pero una de las mejores cosas de todo el viaje fue q al quinto día se me había olvidado el nombre de mi jefe. Menudo poder de desconexión, eso y q en en 10 días apenas me acordé de todo lo q rodea a mi vida diaria. Es verídico, en Roma algo fui a comentar del periódico con mi amiga y me quedé en blanco completamente, tardé unos cuantos segundos en recordar el nombre de alguien con quien hablo más veces al día q con mi propia madre. Una auténtica gozada, q debería repetirse más a menudo.
2 comentarios:
Bienvenida, ya nos contarás más detalles.
o sea que sí que desconectaste eh! jeje
bien por ti, asi disfrutaste mas el viaje, aunque ahora odies tu pueblo.
se te pasara, digo yo. Si no siempre te quedara volver a Italia (y llevarme)
si, yo la tiro por si acaso.
Aunque bueno, ahora vayamos a lo importante:
¡lo de la segunda foto son helados!
¿que carajo hago perdiendo el tiempo en asturias cuando podria estar delante de esa heladeria?
¡¡que injusta es la vida!!
desde luego.....
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