Normalmente la primera impresión que tengo de una persona suele ser buena. Si a alguien le encuentro algo oscuro nada más conocerla tarde o temprano se descubre que es mala gente. Llevo años con esa 'cosa' y, de momento, nunca me ha fallado la intención. Entre eso y lo cabezona que soy pues, como comprenderéis, defiendo a Risto a capa y espada, pero después de lo de ayer, aún más. Mis molestias estomacales hicieron que mi único plan para la noche del sábado fuera casero y antes de apagar la tele me dio por echar un zapping y me encontré con Risto en 'La Noria', eso sí ya bien avanzada la entrevista. Aún así, me encantó e hizo reafirmarme en la idea de que este hombre merece la pena. No es polémico, como el dice, sino que cuando habla de OT lo hace con rotundidad y cuando sale del plató de Gestmusic se convierte en una persona normal a la que se le ilumina la cara cuando dice que va a ser papá y capaz de escribirla una declaración de amor preciosa a su novia, aunque yo dudaría de meterla o no en el libro como el hizo.
En las últimas galas de Operación Triunfo yo lo eché de menos, y no debo ser la única a la vista de que bajó la audiencia a pesar de ser las finales, y ya estoy convencida de que voy a ver su nuevo programa en el que, según el, "voy a hacer lo mismo que en OT, pero hablando de políticos y empresarios". Si lo hace bien será chapó, pero también corre el riesgo de quedarse a medias y resultar ridículo, claro.
1 comentario:
A mí también me cae bien, no lo puedo evitar...
Habrá que ver qué tal está su nuevo programa!
Un beso :)
Publicar un comentario