jueves, 1 de abril de 2010

Reencuentro con la pluma

Cuando era adolescente escribía siempre, siempre a pluma. La cosa empezó porque los bolígrafos corrientes me hacían un daño horroroso en el callo del dedo y descubrí que, además, con pluma se escribía muy bien. Tenía muchas, una para cada color. En la facultad siguió mi interés por las plumas, pero me puse a trabajar y tuve que volver a los bolígrafos.

Eso de que algunos den ruedas de prensa en la calle, de pie, que me pillen en cualquier lugar y tenga que escribir o que no me hace gracia llevar plumas sueltas en el bolso y que se me descarguen, me hizo renunciar a ellas. De vez en cuando me compraba una, la usaba un par de días y se quedaba en alguno de los botes de lápices.

Hasta esta semana, de medio asueto y con cosas importantes de las que escribir. Decidí volver a usar la pluma y con ella han vuelto las manchas de tinta a mis manos. Pero no me importa. Me gusta más mi letra, escribo mejor y, hasta podría decirse, que más cómoda. Sé que parece una tontería, pero hasta tengo más ganas de escribir desde que tengo la pluma al lado.

3 comentarios:

Si me dices serie,... dijo...

Es cierto, escribir con pluma es.... diferente.
Solo he tenido dos, una que me la dieron por mi comunion (cuando se daban ese tipo de cosas, no como ahora que te regalan una consola o vete tú a saber qué) y empecé a usarla y no sé, era diferente. Luego acabé comprandome una para el colegio y ¡hasta estudiaba mejor!
La pluma de mi comunion aun la conservo, la otra no, la otra a saber donde está, y me gusta. Ya no la uso pero estoy enamorado de ella jeje granate con dorado y una S grabada, ¡más mona!
(y con boligrafo a juego)

Luna de Plata dijo...

¡Hola!

Yo también soy de esas a las que les gusta escribir con pluma.
Me acuerdo de pequeña que cuando veía a mi madre escribir con su pluma ... yo le decía que cuando fuera más grande quería una! jaja. Pero en el cole los profes no me dejaban escribir con ella porque en las hojas del cuaderno, la tinta traspasaba al otro lado :-(
Así que tube que resignarme y escribir como todo el mundo con boli.
A mi también me regalaron cuando la comunión 2 plumas que aún conservo. En total debo de tener como 10 o así. Puede que sean demasiadas para tenerlas ahí guardadas jaja.
Pero la verdad es que de vez en cuando saco alguna del escondite donde lleva a oscuras tantos meses y la hago mi compañera de bolso. La llevo conmigo sin importarme que se le descargue la tinta, tal vez porque nunca me ha pasado.
Hace poco me he comprado una libreta, no de muelles sino de esas que parecen más bien una agenda porque tiene tapas duras y una cinta de raso señalando la última hoja donde has quedado. Pues bien, he decidido escribir en ella los escritos que más me han gustado de los que he hecho últimamente: poesías, relatos cortos, reflexiones... Y lo que tube muy claro desde el primer momento es que en ella sólo iba a escribir con pluma. Porque cuando plasmo mis escritos con ella, es diferente que con un bolígrafo, es como algo más ... mágico por decirlo de alguna manera, es una sensación diferente.
Así que alguna de mis plumas va a seguir viniendo conmigo, aunque siempre lleve también un bolígrafo por si acaso.

Luna de Plata

MOLI dijo...

Los amantes de la pluma lo seran siempre. Mi padre no escribe si no es con pluma, y aunque a veces me he propuesto imitarlo, reconozco que soy de boligrafos convenciales, y que la elegancia la llevo a otros campos y no al de la escritura, lamentablemente...
Me ha gustado tu blog :)