Un vestido y cuatro dolores de pies

Toy muerta, pero muerta, muerta. No puedo con los pies. El viernes llegué a Madrid y como una no sabe tomarse las cosas con calma llevo desde las diez de la noche de entonces con un dolor de pies q no puedo con ellos. Cañas para arriba, compras para abajo y más compras y compras y un chaparrón en medio del retiro (mis vaqueros no creo q vuelvan a ser los mismos). Al final no he comprado tanto como se preveía, pero sí lo q buscaba: el vestido para la boda. El año pasado, cuando me compentaron lo del enlace dije: a q cojo el vestido en Madrid! Me miraron con cara rara, pero una q es medio bruja, por no decir entera, y q se conoce mejor q nadie a estas alturas se tiene q ir a 500kms para comprarse el vestido, eso sí, a Dios gracias el primero q probé. Si es q tengo un ojo....Me quedé con las ganas de traer el bolso y los zapatos, pero hay q tener en cuenta q no tenía sitio en la maleta y q tampoco encontré nada q me llamara la atención. Encima, con el sufrimiento de pies difícil sería probarme sandalias de tacón. Eso sí, me he comprado un tocado de plumas q es una monería. Chiquitín, nada exagerado, y q me hace ligeramente más alta, por eso de q las plumas me suben unos cuantos centímetros más. Buff, entre eso y los taconazos voy a perderme por las alturas. Jaja
Pues nada, q voy a ver si sigo recuperándome de mi dolor de pies pq mañana toca vuelta al curro y veo q no me voy a poder levantar de la mesa.Ayyy.