Es más feo que los cuadros religiosos con lucecitas que venden los chinos, pero es más práctico que nada, o no? Hace meses lo vi en una revista y hace unos días me lo encontré pululando por internet. Ahí me entra a mi la mitad de una de las estanterías de la habitación, lo que supondría que podría comprarme otro medio centenar de libros. Jejeje. ¡Qué peligro tiene conmigo!
lunes, 23 de febrero de 2009
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